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Tuesday, June 03, 2008

UNA RAMA DE ÁRBOL


UNA RAMA DE ÁRBOL

Engalanaba el sol, la tierra colorida.
Entre sus verdes, azules, amarillos y pujantes granates, sollozaba entre la hierba una rama de árbol santo.
Ella, la rama, preservaba sus hojas cual delicada esencia.
Recostada, agotada en su figura casi mustia, cree anticiparse a una presencia aleteando sonidos de paz.
La paloma, blanca como la pureza, se acodó entre las hojas deshilachadas de la rama y con mucha sutileza comenzó a interrogar:
- ¿Qué te ha pasado? ¿Acaso te han mutilado? -
Descargándose de su poca energía, la rama le contesta:
- Creí alguna vez interpretar la benevolencia del mundo.-
- Y te equivocaste. -
- Me cuesta aceptarlo todavía. ¿Qué mal pude haber hecho para ser cortada, abandonada, despojada de mi ser y ni siquiera reconocida? -
- ¿Cuál es tu ser? - agregó la paloma.
- Mi ser es el mismo que el tuyo. Es la vida misma. El aire que respiras. La libertad que permite tu vuelo. La ausencia de temores. La alegría de ver el sol. Los cabellos de la luna reflejados como plata en el espacio infinito. La alborada, compañera inseparable del mañana. -
- ¿Todo eso es el “ser”? -
- Eso y mucho más. ¿Quieres que continúe? -
- Sí, quiero. -
- Son tus colores y los míos creados para mejorar la naturaleza, para saciar la vida de las personas, para envolver con cada rollo de alfalfa, la esperanza de la próxima cosecha. Son mis retoños y los tuyos. -
- ¿Qué más? -
- Es el alma ejecutando una melodía universal. También lo es la musa inspiradora del amor, colgando de tu pico barriletes de ternura, o en mi caso, deshojándome en la brisa suave de la Creación. -
- Continúa por favor. -
- El ser es esa parte tan profunda que se abre en tu interior, para volar, para cantar, para reír, para soñar, para crear, para ayudar, para perdonar y también para enjugar tus lágrimas y las mías. Para reconocerte, para encontrarte contigo misma y con los demás. Es la paz tan deseada que todo ser viviente necesita. -
- ¡Cómo tú, una simple rama de hojas verdes puede determinar o alentar vivencias tan espirituales! -
- Gracias a Dios te has dado cuenta, pues no soy una simple rama de un simple árbol -
- ¿Quién eres entonces? -
- Creí que me descubrirías. ¡Tantas veces nos logotizan juntas llevándome en tu pico! Soy una rama de aquellos ocho retoños que aún existen en el Monte de los Olivos en Jerusalén. -
- ¿De allí vienes? -
- Sí, de allí vengo, representando el mensaje evangélico que en ocasiones ambas proclamamos. -
- ¿Pero entonces yo soy la paloma de la paz y tú una rama de aquellos árboles santos llamados Olivos?
- Tú lo has dicho. -
- Bueno, mira - dijo la paloma - No te preocupes. Yo te liberaré de tus ataduras y sanaré tu corazón, para que juntas podamos realmente anunciar la Gloria de Dios. No te olvides que tu mutilación no fue en vano, porque Cristo también vivió cosa semejante para poder demostrar al mundo su poder y su gloria. -
- Estemos atentas - agregó la paloma - La humanidad necesita de las dos para revestirse de santidad. De amor, de benevolencia y caridad.
La paloma conmovida aún por el discernimiento de la rama, la recoge con su pico y desde ese mismo instante se elevan en un vuelo de paz y libertad.


AUTORA: MARÍA ESTER BEACON
(MOLLY BIC) ESCRITORA DE CÓRDOBA- ARGENTINA

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