ESPÍRITU EN LA RED

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Monday, September 08, 2008

ANA FRANK, poema de MARTA OLIVERI



Ana Frank


Yo soy la que ha muerto
más de una vez.
Aquélla que la historia
ha blasfemado.
Canto desde el abismo
mi boca lleva vientos
de un pájaro extinguido
que sin embargo emerge.

MARTA OLIVERI, argentina, 1959, docente, poeta, ensayista y novelista

HERMANOS, poema de SUSANA LIZZI


HERMANOS

AUTORA: Susana Lizzi (Gualeguaychú – Entre Ríos –Argentina )

Amasemos otro pan de asombros
y en el horno de barro
el olor a levadura
tendrá su plenitud de tarde infancia.
Abracemos otra vez la primavera
buscando una tierra amanecida.
Mañana, hermanos,
un resplandor de sueños igualará nuestras voces.
Hoy
la mirada
engendra un remolino de trenzas
de madres,
de recuerdos.
Bebamos de memoria esta quietud de edades

SUSANA LIZZI


BAR MITZVA

A él lo vieron bajando la montaña
a la hora más ardiente del desierto.
bajo sus pies, las piedras casi blancas
insondables testigos de aquel día
en que el cielo por Dios estuvo abierto.

Vestía una túnica andrajosa; la cabellera feroz y enmarañada
la piel resquebrajada y dura;
las sandalias de cuero; y en los ojos,
la mirada, a la vez, terrible y pura.

Era la mirada formidable de los ojos
de un hombre sin dudas ni secretos,
de un hombre que traía entre sus manos
el mensaje de Dios para su pueblo.

Llegó finalmente al pie del monte
y fue entonces que los aires se colmaron de silencio
pues quisieron los errantes escuchar a su profeta
que dictó ante el estupor de aquellas tribus
las leyes que serían sus guías y sus metas.

Y fue éste el momento más precioso de tu pueblo
pues quedó señalada la convivencia humana,
al grabarse para siempre en esas tablas
la conducta a seguir mañana.

Y son éstas, esas leyes, que en escritos en papiros
o escritos sobre tablas
recorrieron el planeta y avanzaron por los siglos
para estar entre tus manos este días,
en que aceptas, hijo mío, de las manos de tu padre,
los mandatos de Moisés.

EDUARDO KOVALIVKER
La Plata, Argentina, 1944

HIMNO AL AMOR , de SAN PABLO


Himno al Amor

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.


Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.


Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.


El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.


El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.


Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara.


Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.


En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.


Carta de San Pablo a los Corintios 13, 1-13

VÍNCULO DE LUNAS, cuento de RONIT SELA




VÍNCULO DE LUNAS
Ronit Sela

despierta estaré en tempranas mañanas
creyendo que me envuelven como una tensa tela
y el frescor dejará surcos
como rayos delgados,
seré hechicera
navío de sueños seré,
generosa
iniciaré el paseo
alejándome
cada día un poco más
avanzando

Edith abrió los ojos y de inmediato se inundó de ternura. A pesar de que ya pasó un año desde que empezaron a vivir juntos, ese sentimiento aún la colmaba cada mañana.
Por un momento la rodeó la angustia, cuando recordó que ese día sólo se verían tarde, pero se satisfizo recordando la noche anterior –el calor de su cuerpo, sus manos acariciándola, la mirada en sus ojos en ese minuto que duró una eternidad.
Se levantó despacio, sabiéndose amada y complacida, como una princesa dormida. Se sentía mórbida, femenina como nunca antes. Por lo general, después de pasar la noche con un hombre aparecían inquietudes y dudas, siempre a tiempo para reemplazar el deseo y el anhelo, y no se iban hasta el final, hasta la despedida.
Pero esta vez era distinto. Todas las melosas promesas del cine, de pronto se hicieron minúsculas, insignificantes, comparadas con la realidad.
Se preparó café sentándose a beberlo en el balcón. Una agradable brisa atrapó al calor de agosto, con un soplo casi otoñal. Se sintió bien, percibió su cuerpo cómodo, sentado en el sillón, y otra vez la envolvieron las imágenes de la noche, y por un instante no pudo dejar de preguntarse qué le pasa, y si realmente es ella la que está allí, sonriéndose en secreto a sí misma.
Cuando salió de la casa ya era casi el mediodía y la ruta estaba libre, por lo que pudo viajar rápido, y el viento en sus cabellos, a pesar de ser cálido, le daba una impresión de libertad y aventura. En Florentín dio unas vueltas buscando estacionamiento. Al final encontró un lugar y estacionó su autito, con la pericia que adquirió en su época de Tel Aviv. Subió las sucias escaleras hasta el primer piso y golpeó la puerta de madera blanca. Ésta se abrió; Mica estaba allí, con los ojos rojos de llanto y le indicó que pasara. "Café?" le preguntó, y sin esperar respuesta siguió caminando por el largo corredor hasta la cocina y puso la pava en el fuego. Se sentaron en el balcón y tomaron el café, el primero de los tres o cuatro que beberían.

Cuando conoció a Mica, no quiso hacerse su amiga. Mica tenía esa tristeza que ella intentaba expulsar de su vida, y aún opinaba que lo lograría con facilidad, que ya lo estaba consiguiendo.. Pensaba que se estaba convirtiendo en serena, alegre, simple como un árbol, como el agua, como él. Su amor la impulsaba a creer que se había transformado en otra mujer.
Así que trato de evadirse, no entender y no escuchar el llamado, no ver la puerta que quería abrirse. Pero una noche de verano, cuando estaban con otra amiga del bar en su balcón, tomando vino, fumando y charlando sobre hombres y cosas de muchachas, esa puerta se abrió. Al principio sólo una ranura, insegura, pero poco a poco, sin que se diera cuenta, la puerta se abrió de par en par, y ella dio un paso hacia adentro, hacia una nueva amistad, que sin bulla se reveló extraordinaria.

oscuridad alterada por la luz
hermanada con la claridad,
oscuridad alterada por la luz
que es fácil amar, arduo explicar

´´´´´´
bailaré en días prodigiosos
palpitaré como una samba
etérea,
esbelta entre algarrobo y salvia,
diestra
pelota multicolor seré
entregándome cada momento
al próximo instante

Apenas se sentó a la sombra de los árboles, Edith sintió que la serenidad la inundaba. El viejo patio de la casa, con los enormes árboles de palta, los cascabeles de viento colgados alrededor emitiendo un agradable tintineo, no demasiado fuerte, y el aroma de los jazmines que Mica plantó al lado de la puerta, todo eso, junto con la presencia de Mica, que emanaba hospitalidad, entusiasmo y alegría, la hicieron sentir como si hubiera entrado en otra dimensión de la existencia. Encendió un cigarrillo del paquete que estaba sobre la mesa, la mano tocando sin pensar su vientre, todavía liso, acariciándolo. Pero aquí, por alguna razón, le estaba permitido. Las sagradas reglas de la salud, lo vedado y lo permitido no estaban vigentes en el reino umbrío en que cada instante era un placer, amoroso y suave, como un presente especial para ella.
Después de terminar el cigarrillo, entró a la casa por la puerta trasera, que la condujo directamente a la cocina. Tarros de hongos en conserva y especias y cuadros de hadas en la pared, una gran olla de dulce de manzanas bullía sobre el fuego y a su lado una vieja pava de la cual salía el vapor. Y Mica entre todo eso, como siempre en camiseta y bombacha, bailando en su cocina al ritmo de la pegajosa música de los años 70 en la radio, probando el dulce y sirviendo el café para las dos, sonriendo, como diciéndole "que alegría que estés aquí". Y la vacilación, su eterna compañera, se disolvió ante la dulzura de la confitura y las hadas y la sonrisa.

mujeres enlazan su secreto
a las raíces arbóreas
en los bosques,
mujeres con ajorcas en sus tobillos
en alfombra de hojas secas
mujeres con el pelo enredado,
en sus cuellos de pino cuelgan
las níveas monedas de su fe,
son sus propios y callados testigos
y miran sin imagen o ideas,
las grandes aguas que hierven
dentro de ellas revientan
en sus entrañas,
mujeres se descubren callando
en las cuevas se aferran al regazo
de la buena madre.

´´´´

chispeante como un torbellino de truenos
despertaré alegre los tesoros
dormidos,
en las noches
con el pelo recogido en la nuca
seré el pequeño placer,
vigas y peñascos
se moverán susurrantes
a mis pies

Mica las miró a través del lente de su vieja Pentax. Madre e hija, Edith y Nomí, la beba, con una ropita blanca de hilo. Ya ahora, mientras fotografíaba, sabía cómo saldrían las fotos. Sabía que estarían bañadas por una luminosidad amarillenta, de ensueño, por la luz de las tres de la tarde que caía justo sobre ellas y también por la otra luz, la interior, que surgía de ellas, uniéndolas con un lazo secreto del que ya adivinó su signo, como si lo hubiera tocado.
Nomí mamaba y Edith la contemplaba con amor.
Ahora lloraba, y Mica fotografiaba, la carita desfigurada por el llanto, las manitos con sus puños cerrados que golpeaban el aire. Dentro de mucho tiempo, cuando le entregue las fotos reveladas, Edith se alegrará por las imágenes del llanto que le quedarán de recuerdo de esos primeros días de su maternidad, y la querría por haberlas tomado.
Luego Edith y Nomi se fueron a dormir y ella se sentó afuera sobre el césped con su cuaderno, un café y cigarrillos, y el dulce aleteo en el vientre. En su mente, fragmentos de la noche, cuando él volvió a las cuatro de la madrugada excitado y salvaje.

tu nombre quedó cálido en mi boca
como moneda de miel,
amado mío
abraham apuesto,

consuma los sueños maduros en los naranjos
loco y apuesto es mi amado,

generosas alforjas entre tus hombros
deseadas
las silenciosas gotas
sobre tus labios,
amado
la fragancia de tu barba
aún hiere mi olfato

....

muestras a la mañana tus dientes de leche
la miel del despertar,
te levantas como una estrella de cine
las mariposas de la juventud en tu dulce mirada

el día tiene profusos tesoros para mostrar
a una niña descalza
apartada de todo lo que no es infantil,
también hoy el olivo espera que vengas

la luz juega con la lluvia
como tú, una promesa
floreces en mí como oro
porque existes se ensancha mi corazón.
la noche te regala sus horas
te ofrenda los sueños
te sueño en el cálido silencio
en la curva de mi vientre
donde tu cabeza reposa.

Se refugian de la gris rutina diaria, del cansancio interminable, de la impotencia frente a los simples trabajos de todos los días, una en compañía de la otra...
Descansan una en casa de la otra, descubren la sencilla alegría que puede encontrarse en cada cosa, y se brindan una a la otra la fuerza para buscarla.
Gritos, llantos y alaridos de alegría, pedidos y peleas y quejas y preguntas, una tranquilidad de nuevo estilo. La urgente necesidad de hablar y hablar de otro tiempo se va calmando. Aprenden a encontrar el sosiego dentro de sí mismas para poder estar juntas, cortar una banana y una manzana, abrazar, besar una rodilla raspada, empujar la hamaca, cantar y bailar, y en medio de todo eso, aprender un camino nuevo y distinto que se va aclarando frente a ellas.
A veces piensan en cómo era antes, en cómo eran ellas, dos mujeres jóvenes que charlaban y se leían una a la otra poemas. De pronto el cambio parece amenazador o triste. Pero es sólo un espejismo.
La verdad es la magia de mirar a todos esos niños, niños propios, jugando juntos, corriendo y riendo, almorzando alrededor de esa pequeña mesa, y aún el encanto de la charla robada, en la que cada palabra que se expresa es gozosa y exacta, mientras los niños juegan ensimismados.

en las copas desnudas.
los cuervos destierran el día.
los árboles oscurecen.
la calma se tendió junto a mí frente al río
y posó su mano fraternal en mi hombro.


Nota: los poemas de este relato, excepto el segundo, se deben a la pluma de la poeta israelí Luna

RONIT SELA ( Israel )

En el principio era el Verbo, poema de Marita Ragozza


EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO
“ Caminante no hay camino / se hace camino al andar . . .
“ Golpe a golpe, verso a verso . . . “
ANTONIO MACHADO


En el principio era el Verbo,
palabra
no grito,
por eso d-e-le-t-r-e-o,
si-la-be-o
el musgo, el rocío
la madera, el escarabajo,
eco del poeta
que escribe con la piel,
la sangre, las entrañas,
busca los secretos,
ahonda el amor
como un camaleón al sol,
y al develar el jadeo del viento
y los ríos de presagio
descubre que la rosa miente
con el descaro del pétalo,
y la mentira se cree rosa.

Cuando el poeta
quiere ser pan de paz
y debe esquivar filos
da vueltas como insecto ciego
ante la luz,
y no sabe qué decir,
pero por el hilo conductor
de los trazos antiguos,
de las letras de idiomas muertos
de los designios de humo,
de los poema enhebrados
desde el principio de los tiempos,
descubre que no hay palabra . . .
se hace palabra al andar.

MARITA RAGOZZA DE MANDRINI






CAPÍTULO POR LA PAZ, de Silvia Aida Catalán


Capítulo por La Paz
(Segundo de cinco capítulos por la PAZ)
Silvia Aida CATALÁN

La noche es un vademécum de hojas interminables que arrastro por el mundo. Padrón de legados do esgrimo espacios blancos hasta vislumbrar orlas del albor. Vigilias de búhos alertas al ínfimo suspiro, sensitivos advierten al misil arrojado por la mano del corrupto SAPIENS. Instante donde el blanco vira a rúbeos y renegridos; a estallidos humanos signando huellas en la devastación. Un santiamén escrupuloso, en que lo astral se amalgama con esquirlas terrestres y es hecatombe en algún lugar de la Tierra. ¡Lloran penurias con olor a pólvora! En el opúsculo rasguñan orfandad, oquedades esbozadas por punzones de armas nucleares o no, arrojadas por Doña ”DAMA AVARICIA” y el “ANGELUS DEL PODER PODEROSO” encajados en atavíos de dioses paganos.
Entonces veo manos izadas desde mástiles de horror. Manos de Madres de Nagasaki, Medio Oriente, India, Pakistán, Corea Del Norte. Manos en los Campos de Concentración de cualquier lugar y tiempo. Manos cayendo inertes, Víctimas del Terrorismo Universal,
azote multiplicador de Hombres Pájaros.
Comparo esas manos con las indefensas de mi Madre,
que desconocen conceptos de centros, derechas o izquierdas y sólo se izan en oración, desde la esperanza (obra de la fe) demandando
la presencia de inocentes muertos.
Búhos, de órbitas y graznidos desesperados advierten
ruinas imperantes provocadas por Dinosaurios Racionales. En tanto y sin cesar zumbidos dirigibles y sus consecuencias multiformes, atraviesan los huesos de nuestros hermanos.
Tanto infortunio, genera cadenas de musas esgrimiendo estilográficas,
saltando teclados desde la danza histórica de la Pluma y la Palabra,
exigiendo en todos los idiomas, dialectos, dogmas y territorios,
La PAZ SEA y desista de ser una utopía.

Autor: Silvia Aida Catalán Taller Artístico ALAS ROTAS- Argentina - Libro inédito. Cuentos y Prosas “Diálogos Con el Ángel”

TARDE TE AMÉ, de San Agustín



TARDE TE AMÉ, HERMOSURA

Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé.
Pero tú estabas en mí
y yo estaba fuera de mí mismo.
Y por fuera te buscaba,
y en medio de las bellezas que creaste
yo irrumpía con la insolencia de mi realidad.
Tú estabas conmigo y yo no estaba en ti.
Me mantienen alejado de Ti
aquellas cosas que, si en ti no estuviesen,
sin Ti no existirían.
No obstante, tú llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera;
como centella resplandeciente, ahuyentaste mi ceguera.
Derramaste tu fragancia;
la inhalé en mi aliento,
y ahora suspiro por Ti.
Gusté,
y tengo hambre y sed.
Me tocaste
y me encendí en el ansia de tu paz.

SAN AGUSTIN

NACE LA PAZ, poema de María Cristina Azcona


NACE LA PAZ
Por María Cristina Azcona


Lirios en delirio
blanco
Y un sol de luz inigualable
blanco
Deshojan su efusión naranja y rosa
blanco
En un amanecer globoso en fuego
blanco
Candelilla abre sus alas al color del cielo
blanco
Natural, sin maldad, abeja laboriosa miel infunde
blanco
En un amanecer que sigue a perdición y miedo
blanco
Se agita hormiga voladora en su tarea proba
negra
Mientras desgrana soledad ombú en su empeño
verde.
Un colibrí halla alcoba en arco iris - horizonte verde, dueño
blanco.
Es esmeralda añil y malva, Garganta de Rubí se arroba
rojo y negro
Mano humana tiende puente de cordura
verde, negro y rojo
por donde caminar, manos unidas anidan.
Verde y suave superficie resplandece, fosforece
En rojo y verde, blanco y negro
Anidan, por fin la esmeralda de paz mansa.
verde
Se convierte en mil palomas de colores
Rojo y verde, amarillo, blanco y negro


MARÍA CRISTINA AZCONA
Directora de IFLAC ARGENTINA

La Paz es una Mujer y una Madre, poema de Ada Aharoni




La Paz es Una Mujer y Una Madre
por Ada Aharoni

Traducido al español por MCA (María Cristina Azcona)

¿Cómo saber
Si la Paz es una mujer?
Yo lo sé porque ayer
La encontré
En mi viaje errabundo
Hasta el confín del mundo.
Su cara estaba tan desolada
Era como una flor dorada
Antes de florecer, ya sin color.

Le pregunté:
¿Por qué estás tan triste?
Me contó que su bebé
Fue asesinado en Auschwitz,
Su hija en Hiroshima
Y sus hijos en Vietnam,
Irlanda, Israel, Líbano,
Bosnia, Rwanda y Chechenia.

El resto de sus hijos, agregó,
Están en la lista negra de los muertos
Por el holocausto nuclear,
Todo el resto, a menos que...
El mundo entero entienda
Que la Paz es una mujer.

De pronto vi miles de candiles encenderse
En su mirada de estrellas, y yo vi que de veras,
La Paz es una mujer en dulce espera,
La Paz es una madre.

ADA AHARONI ES LA DIRECTORA DE IFLAC:FORO INTERNACIONAL DE CULTURA POR LA PAZ

Paz , Paz, poema de Elías Galati


PAZ... PAZ

La sangre de los inocentes,
Las entrañas de la tierra,
El arcano del mundo
La conjura siniestra.

¿Por qué el hombre se empeña
en destruir al hombre?
Porque impunemente se atenta
Contra el ser y el espíritu.

Deben los líderes
Desarmar los violentos,
Y los que no quieren
Denunciarlos sin miedo.

Que los pueblos sepan
Denunciar los gobiernos
Que no se comprometan
Por la paz, respetando diferencias

No destruyan el hogar,
El hogar de todos,
El único que poseemos
Para vivir de este modo.

Por un mundo digno, libre,
En el que todos unidos
Vivamos en paz

Elías D. Galati


( Moreno . Prov. de Buenos Aires - Argentina )


SOY PÁJARO AZUL

Soy como el pájaro azul que alza su vuelo
buscando los caminos de la vida,
el que lleva hacia su tierra querida,
aquella en donde no espera el desvelo.

Esa tierra que me regala un cielo
Azul de mar, de gracias concebidas
donde puedo descansar tan asida
al tronco que cuidé con tanto celo.

El pájaro de mis sueños me ha guiado
con la sutil ternura de un amante
que deposita joyas en las manos.

Esas joyas bruñidas por un hado,
compañero en las noches de diamante
cuando el amor nos vuelve más humanos.

HILDA INTERIANO DE PAYÉS
Del libro "En El Silencio De La Noche




CRISTO, poema de Gustavo Romero Berri


CRISTO

Hubo una vez alguien que habló por todos:
llevó cada momento hasta su crisis,
hizo un tajo en el cielo
y lloró su esperanza
ante el silencio más incomprensible.

Hubo una vez alguien que habló por todos,
atravesó lo áspero

para ir hacia otra parte de sí mismo
hasta que su palabra
no pareció ser suya
ni del mundo

Desde entonces su voz es una música,
desprendida de sí
que deambula en la tierra:

y a veces
llega
a mí.

GUSTAVO ROMERO BORRI – SAN LUIS
Guionista de la película argentina “Iluminados por el fuego “, junto con Tristán Bauer, Edgardo Esteban y Miguel Bonasso.

LA RELIGIÓN , de Khalil Gibrán




LA RELIGIÓN


Y un viejo sacerdote dijo: Háblanos de la Religión.Y él respondió:¿Acaso he hablado hoy de otra cosa?
¿No son todos los actos y todas las reflexiones, religión? ¿Y aún aquello que no es acto ni pensamiento, sino un milagro y una sorpresa brotando siempre en el alma, aun cuando las manos pican la piedra o atienden el telar?
¿Quién puede separar su fe de sus acciones o sus creencias de sus ocupaciones?
¿Quién puede desplegar sus horas ante sí mismo diciendo: "Esto para Dios y esto para mí; esto para mi alma y esto para mi cuerpo?"
Todas nuestras horas son alas que baten a través del espacio de persona a persona.El que usa su moralidad como su más bella vestidura mejor estaría desnudo.
El sol y el viento no desgarrarían su piel.Y aquél que define su conducta por medio de normas, apresará su pájaro cantor en una jaula.
El canto más libre no sale detrás de alambres ni barrotes.
Y aquél para quien la adoración es una ventana que puede abrirse pero también cerrarse, no ha visitado aún la mansión de su espíritu cuyas ventanas se extienden desde el alba hasta el alba.
Vuestra vida de todos los días es vuestro templo y vuestra religión.Cada vez que en él entréis llevad con vosotros todo lo que tenéis.
Llevad el arado y la fragua, el martillo y el laúd.Las cosas que habéis hecho por gusto o por necesidad.

Porque en recuerdos, no podéis elevaros por encima de vuestras obras ni caer más bajo que vuestros fracasos.
Y llevad con vosotros a todos los hombres.-Porque, en la adoración, no podéis volar más alto que sus esperanzas ni humillaros más bajo que su desesperación.Y si llegáis a conocer a Dios, no os convirtáis en aclaradores de enigmas.
Mirad más bien alrededor de vosotros y lo veréis jugando con vuestros hijos.
Y mirad hacia el espacio; lo veréis caminando en la nube, desplegando sus brazos en el rayo y descendiendo en la lluvia. Lo veréis sonriendo en las flores y elevándose luego para agitar sus manos en los árboles.

KHALIL GIBRÁN (Libano 1883, New York 1931)
El texto pertenece a su obra maestra “El Profeta “

SI SE HUBIERA SALVADO, poema de MARÍA EUGENIA CASEIRO


SI SE HUBIERA SALVADO

Si se hubiera salvado

lo que aún cabe dentro,

la ley con sus piedras rodantes

con sus apéndices y terminales

con sus constituciones, derechos y enmiendas

con sus fardos, y fardos y fardos

de cuadernos.

Todo dentro, nada luego, nada arriba, nada abajo

tomando la gran forma

la enorme diferencia

el gran desfile

la gran hilera de circunvalaciones

el gran peso, cuerpo, vida, todo y nada

cociéndose tan dentro afuera

como fuera y dentro debería salvarse

a la hora de la balanza

a la hora del trapecio

a la hora de los dados

a la hora de los reversos

a la hora solitaria

de los que no conocen

ni en paz, ni en guerra,

de los que no pueden

de los que no tienen

de los que no alcanzan

de los que no han comido

ni comerán mañana,a esa hora, sin saber,

ay!, si se hubiera salvado

la paz que no entienden

y es menester amasar

fraguar, limar, bruñir, brindar

para que la ley tenga sus manos y sus pies

sus ojos y su boca, tenga, los tenga

siempre en paz, en paz, en paz…

Ay!, si se hubieran salvado

si entre los hombres se hubiera salvado

en las fronteras de los objetos tibios de la ley,la paz

esa con ojos compasivos, y una sonrisa tierna.

MARÍA EUGENIA CASEIRO ( Cuba)

La PAZ en el Antiguo Testamento


LA PAZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.


No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.
A. Machado.

"En Yahvé me cobijo, ya los impíos comban su arco,
aprestan en la cuerda su saeta,
para clavar en la sombra a los de recto corazón"
(Sal 11,2).

La paz es el gran don de Dios: "Yahvé bendice a su pueblo con la paz (Sal 29,11). La bendición de Dios, gracia gratuita y cobijo amoroso, sobreviene a su pueblo, que son los mansos, los pacíficos, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que tienen hambre y sed de justicia porque "Yahvé escruta al justo y al impío;/su alma odia a quien hace el mal" (Sal 11, 6). Así Jesús, un día, les enseñó: cuando oréis decid: "Padre Nuestro,... líbranos del mal". Y pidiéndolo con fe profunda, Nuestro Señor "liberará al pobre que le llama,/ de la opresión y la violencia los rescatará,/ su sangre será preciosa ante sus ojos"/ (Sal 72, 12).
El término bíblico de la paz es muy rico y complejo. El nombre hebreo salôm trasciende en varios aspectos al correspondiente en las literaturas clásicas: eiréne, pax. Los tres nombres, en su sentido etimológico original, iluminan, desde tres puntos de vista, la densidad de la realidad a la que se refieren: la totalidad íntegra del bienestar objetivo y subjetivo (salôm), la condición propia del estado y del tiempo en que no hay guerra (eiréne) y la certeza basada en los acuerdos estipulados y aceptados (pax).
La noción bíblica de paz abarca la totalidad de la persona y del grupo en sí a nivel humano y en relación con Dios, en el tiempo y más allá del tiempo; y se asienta en el alma como don esencial de Dios, exactamente como la vida, con la que está indisolublemente vinculada.

1. La paz en el fuero individual.

La paz comprende el doble bien de la salud física y del bienestar familiar: "Josué les concedió la paz e hizo alianza con ellos de dejar a salvo su vida" (Jos 9,15); que es fruto de la bendición divina es doctrina clásica del A.T.: "David dijo: no obréis así, después de lo que Yahvé nos ha concedido, nos ha protegido..." (1Sam 30, 23), que, en la paz individual y doméstica, ve el reflejo de la "paz sobre Israel, bendígate Yahvé desde Sión". De estas resonancias está cargada, sin duda, la fórmula usual y familiar de saludo: ¡salôm! que no se halla muy distante de la otra fórmula: "El Señor esté contigo, con vosotros" (Jue 6,12; Rut 2,4; Sal 129,7). El morir y el ser sepultado "en paz" (Gén 15,15; 2Re 22,20) tiene un matiz religioso totalmente análogo: se trata de vivir con la bendición y protección divina, hasta el último momento de la existencia terrena.
Y así es, mientras que "no hay paz para los impíos" (Is 48,22), el justo tiene "paz en abundancia", para sí mismo y para su descendencia (Sal 37,11). Bajo la protección de Dios, el justo se verá libre de todos los males. Job podrá disfrutar de una paz total en su tienda; en el futuro, Dios lo librará de la adversidad, si pone en Él su causa, pues "Él que hace cosas tan grandes e insondables, ensalza a los humildes, hace prosperar a los afligidos" (Job 5,8-11), de modo que, según la sabiduría tradicional de Oriente: "el sufrimiento físico tiene siempre una causa moral". Job debe reconocer su situación, hacer examen de conciencia, implorar perdón y emprender una vida de conformidad con la confianza y la fe. Con ello, se atraerá la bendición del Omnipotente y la prosperidad como consecuencia, ¡Dichoso el hombre a quien corrige Dios! (Job 5,17).

2. La paz política y social.

La paz con el mundo exterior implica la ausencia y el peligro inminente de guerra. Esta es la condición que alcanzó Israel con David y característica del reinado de Salomón: "Te nacerá un hijo que será hombre de paz, yo concederé paz y tranquilidad a Israel durante los días de su vida" (1Crón 22,9), paz de dentro y de fuera "Salomón señoreaba sobre todos los reinos, desde el río hasta Egipto. Israel y Judá habitaban tranquilos" (1Re 5,1-8).
La paz, en su más auténtico valor, se coloca en el orden interno del pueblo, como práctica de la justicia, porque "mejor es un pedazo de pan seco en paz, que la casa llena de carne de víctimas y de contiendas; el que insulta al pobre, insulta a su Hacedor y el que goza del mal ajeno, no quedará impune" (Prov 17,1-5). Aduce dos de las actitudes más detestables del malvado: insultar, equivale a injuriar a Dios mismo y alegrarse del mal ajeno, provoca la indignación de Dios. Es preferible la paz con pobreza, que la discordia con abundancia; la paz es el mayor bien, mientras que la disensión, la desavenencia y la enemistad son los mayores males.

3. La paz y los profetas.

Los profetas no separan nunca, lo político y social, de lo religioso. Denuncian las alianzas internacionales, con las que querían apuntalar unas situaciones inciertas (1Re 22) y la falta de justicia en las relaciones internas; a este tenor, exclama Amós: "No saben obrar con rectitud, oráculo de Yahvé; ellos acumulan la violencia y la opresión" (3,10); y añade: "...habéis convertido el derecho en veneno y el fruto de la justicia en ajenjo" (Am 6,12). El derecho y la justicia son columnas fundamentales de la convivencia comunitaria, la solidaridad con la comunidad, río de agua viva que parte de Dios y es capaz de sanear a la sociedad, como sueña Amós: Quiero que el derecho fluya como el agua y la justicia como torrente perenne" (5,24). Isaías grita contra la corrupción de Jerusalén, en otros tiempos, ciudad fiel: "¡Cómo se ha prostituido la ciudad fiel, Sión, tan llena de justicia!" (Is 121). Jeremías se lamenta de la desaparición de la fidelidad comunitaria: ..."quien quiera presumir, que presuma de tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia. Y es que la justicia significa también paz, es decir, integridad y plenitud saludable de la existencia: "La justicia y la paz se abrazarán" (Sal 85,11). Son las dos dones que brotan de Dios para instituir una sociedad nueva. Sofonías proclama que Dios es sol de justicia: "El Señor es justo, no hace nada injusto" (Sof 3,5). El establecimiento de una sociedad próspera y armoniosa es esperado en el futuro mesiánico: "Suscitaré a David un vástago legítimo, que reinará con sabiduría y ejercerá el derecho en la tierra" (Jer 23,5). Así pues, se hizo clara en los profetas la convicción de que una sociedad nueva sería fruto de una intervención salvífica de Dios.

4. La paz y la escatología.

La historia religiosa de Israel se explicita en una dimensión de fe y esperanza que sólo "al Final" se expresará en hechos. El cuadro que de esta paz definitiva ofrecen los textos es alusivo y misterioso en su conjunto. Isaías y Miqueas tienen la esperanza del cese total de la guerra entre los pueblos: "Trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo" (Is 2,4); "ni se adiestrarán más en la guerra" (Miq 4,3).
Esta paz final se vincula con la persona y la obra del Mesías. Miqueas, en 5,4, pasaje que atestigua S. Pablo (Ef 2,14) lo identifica: "Él mismo será la paz". El Mesías es calificado con la más solemne titulación de "Príncipe de la paz" cuyo "gran dominio" está caracterizado por la "paz sin fin" (Is 9, 5-6).
La esperanza escatológica ofrece su reflexión sapiencial sobre la cuestión del sufrimiento del justo. La superación se logrará en la comunión del justo con el bien que es el mismo Dios: "Mas para mí mi bien es estar junto a Dios, poner mi cobijo en el Señor" (Sal 73, 28). Que nos transporta hasta S. Juan de la Cruz: "Sácame de aquesta muerte, / mi Dios, y dame la vida; no me tengas impedida / en este lazo tan fuerte;/ mira que muero por verte, / y de tal manera espero / que muero porque no muero".
La misma perspectiva señala el libro de la Sabiduría: "Las almas de los justos están en la mano de Dios, y ningún tormento podrá alcanzarlos" (Sap 3,1), desde una óptica optimista, en la que compara la suerte tan diferente que van a tener los justos y los impíos tras la circunstancia de la muerte. Los justos son presentados como las almas felices que se verán no ya libres de todo mal, como en Job (3, 17-18), sino que tendrán la expansión y el goce de todos los bienes en la intimidad de Dios, Nuestro Señor.

Camilo Valverde-Mudarra y Carrillo
Catedrático de Lengua y Literatura Españolas,
Diplomado en Ciencias Bíblicas y poeta.